Aunque la reforma laboral entró en vigencia en junio, se acercan las fechas en las que las empresas deberán implementar las obligaciones que quedaron suspendidas o pendientes de reglamentación. A esto se suma la reciente expedición de normas del Ministerio de Trabajo que han impactado directamente a los empleadores. En consecuencia, el sector asegurador enfrenta una agenda laboral exigente, que demanda preparación temprana, gestión estratégica y, sobre todo, la capacidad de pensar por fuera de la caja para mitigar riesgos y costos.